El año pasado, la industria de viajes aéreos en Estados Unidos registró un impresionante total de 917 millones de pasajeros que realizaron más de 15 millones de vuelos, promediando más de 42,000 vuelos diarios. Sin embargo, este crecimiento está contribuyendo significativamente a la contaminación por carbono y, consecuentemente, al cambio climático, informó la organización Climate Change.
Las emisiones de la aviación han experimentado un aumento constante, cuadruplicándose desde 1966 hasta 2018. En 2022, los vuelos mundiales contribuyeron el de las emisiones globales de CO₂ de energía.
El calentamiento global no solo contribuye a la contaminación que atrapa el calor, sino que también presenta desafíos adicionales para la industria de viajes aéreos. El 75% de los atrasos de vuelos en Estados Unidos están atribuidos al cambio climático.
El cambio climático impacta los viajes aéreos en cinco renglones. Es un riesgo para los aeropuertos costeros por el aumento del nivel de mar y las marejadas ciclónicas que representan una amenaza a la infraestructura de esas instalaciones. El impacto del calor, además, afecta la capacidad de obtener sustentación para el despegue, lo que provoca que se limiten las capacidades de carga, pasajeros y equipaje.
El cambio climático también ha incrementado las tormentas severas, lo que ha elevado el riesgo a los aviones de ser impactados por rayos. Lo que a su vez provoca más inspecciones y reparaciones que pueden traducirse en atrasos de vuelos. La alteración de la corriente en chorro afecta los tiempos de vuelo, haciendo que los vuelos hacia el oeste sean más largos y los vuelos hacia el este más rápidos, afectando la planificación de rutas y el consumo de combustible.
Finalmente, el cambio climático también ha desembocado en turbulencias más peligrosas en altitudes de crucero, afectando la seguridad y comodidad de los pasajeros.
Para contrarrestar estos desafíos, la industria de la aviación enfrenta la necesidad de adaptarse. Medidas como defensas costeras y cambios en los horarios de vuelo durante condiciones climáticas extremas son estrategias que podrían implementarse. Sin embargo, se reconoce que algunas consecuencias son inevitables, instando a la industria a buscar soluciones innovadoras y sostenibles para mantener los costos bajo control y garantizar la seguridad de los pasajeros y empleados.